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Identifican un perfil molecular en sangre asociado al riesgo de desarrollar daño renal en el tipo de lupus más común

Investigadoras del Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, del Hospital Clínico de València, han identificado un perfil molecular en biopsia líquida (sangre) asociado con el riesgo de desarrollar daño renal, la afectación más grave y con peor pronóstico en el lupus eritematoso sistémico (LES) de una manera sensible y específica. 

La identificación de las vías biológicas reguladas por estas moléculas que conducen a un empeoramiento de la enfermedad es clave para que el paciente se beneficie de un tratamiento más personalizado y efectivo, mejorando su pronóstico y calidad de vida.

Los resultados de la investigación -recientemente publicados en International Journal of Molecular Sciences– describen cómo el perfil molecular de ARN no codificante (fragmentos del genoma funcionales que no dan lugar a proteínas) en el interior de vesículas extracelulares refleja la biología del daño renal subyacente en el LES y permite señalar nuevas dianas terapéuticas implicadas en procesos de inflamación, acumulación de tejido conectivo (fibrosis) y alteraciones morfológicas de las células renales (transición epitelio-mesenquimal y alteraciones del citosqueleto de actina), cuyo abordaje temprano puede mejorar el pronóstico de estos pacientes.

Hasta el momento, existe desconocimiento sobre los mecanismos biológicos exactos que dan lugar a la aparición de brotes de actividad en el lupus eritematoso sistémico (LES) y a una de las manifestaciones orgánicas más graves asociada, el daño renal o nefritis lúpica, que afectan al pronóstico de estos pacientes y a su calidad de vida.

El trabajo ha sido dirigido por la Dra. Raquel Cortés Vergaz, del Grupo de Estudio de Riesgo Cardiometabólico y Renal de INCLIVA, en colaboración con la Dra. María José Forner Giner, del mismo Grupo y Jefa del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínico, y se enmarca en el Programa transversal de Sobrepeso, Obesidad y Riesgo Metabólico, Vascular y Renal de INCLIVA. También han participado las investigadoras predoctorales Ana Flores Chova y Olga Martínez Arroyo y la Dra. Ana Ortega Gutiérrez, todas del Grupo de Estudio de Riesgo Cardiometabólico y Renal, y la Dra. Ángela Leticia Riffo Campos, del Departamento de Informática, del ETSE (Escuela Técnica Superior de Ingeniería), de la Universitat de València, con la colaboración de la plataforma de Biobanco de INCLIVA, que ha aportado muestras de la colección de lupus. 

Los primeros resultados obtenidos en esta investigación han permitido establecer las vías biológicas relacionadas con el daño renal en la nefritis lúpica, cuyos mecanismos moleculares y celulares implicados están siendo estudiados con mayor profundidad actualmente por el citado Grupo de INCLIVA.

Para su desarrollo, se ha obtenido una financiación de 135.520 euros del Instituto de Salud Carlos III (Fondo de Investigaciones Sanitarias, Convocatoria: 2021 Proyectos de Investigación en Salud). Además, el Instituto de Salud Carlos III ha concedido financiación para personal en formación (PFIS) a Dña. Ana Flores Chova, primera autora del artículo y los resultados son parte de su tesis doctoral. 

Sobre el Día Mundial del Lupus

Mañana, 10 de mayo, es el Día Mundial del Lupus, una fecha para concienciar sobre esta enfermedad crónica y sin cura en la actualidad y sobre la necesidad de continuar investigando para mejorar la calidad de vida de quienes la padecen. 

El lupus eritematoso sistémico (LES) –el tipo de lupus más común- es una enfermedad autoinmune, crónica, que produce procesos inflamatorios en todo el organismo, donde el propio sistema inmunitario ataca y daña a las células y tejidos sanos, y alterna periodos de agudización con otros de remisión de los síntomas, haciéndolo fácilmente confundible con otras enfermedades. Además, debido a la heterogeneidad de los síntomas entre estos pacientes y que la alteración del sistema inmune y la inflamación es diferente entre ellos, existe un retraso entre el inicio de la enfermedad y su diagnóstico, lo que genera un problema para identificar a estos pacientes en estadio temprano. Como consecuencia, empeora la evolución de la enfermedad, apareciendo síntomas clínicos más graves, como la insuficiencia renal y, por tanto, el pronóstico de estos pacientes es peor. 

Por otro lado, cabe destacar su gran impacto para el sistema sanitario, ya que más de 40.000 personas en España padecen el lupus, de ellas, 19.000, lupus eritematoso sistémico, que es el más frecuente. Además, se trata de una enfermedad crónica que afecta a personas jóvenes -entre 30 y 50 años-, predominantemente mujeres (un 90%), que necesitarán someterse a tratamientos costosos durante toda su vida.