El Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA y la Fundació Valencia CF se han unido para impulsar un proyecto de investigación sobre ejercicio físico personalizado como clave para envejecer mejor. Será la base del Programa Mejora, de actividad física individualizada para mayores de 70 años dirigido a la reversión de la fragilidad y la prevención del riesgo de caídas.
El proyecto, ya por sí novedoso desde el prisma científico, supone, además, un hito en el ámbito del deporte ya que un club deportivo de primer nivel fomenta y motiva la práctica deportiva en personas mayores, al participar en él exjugadores y socios del VCF.
El proyecto de investigación estará dirigido por los doctores José Viña y Mª Carmen Gómez Cabrera -coordinadores, respectivamente, del Grupo de Investigación en Envejecimiento y Ejercicio físico y del de Ejercicio y Nutrición y Estilo de Vida Saludable de INCLIVA, ambos del grupo FRESHAGE, Age and Exercise Research Group, de la Universitat de València, dedicado a la investigación en estrategias de intervención para garantizar un envejecimiento saludable, y de CIBERFES (Centro de Investigación Biomédica en Red de Fragilidad y Envejecimiento Saludable), del Instituto de Salud Carlos III.
La Fundació VCF -‘Embajador de honor de INCLIVA’ por su apoyo a la investigación sanitaria- dotará al Programa Mejora de los recursos económicos, materiales y humanos necesarios, de manera que no suponga coste alguno para los participantes e INCLIVA cuente con la financiación adecuada.
En el acto de presentación, ayer, intervinieron el director gerente de INCLIVA, Vicente de Juan, que expresó su agradecimiento a la Fundació VCF por esta iniciativa; la directora de la Fundació Valencia CF, Inmaculada Ibáñez; y Fernando Giner, presidente de la Asociación de Futbolistas del Valencia CF.
El proyecto de investigación, que se desarrollará a lo largo de este año, tiene como reto el mantenimiento de la autonomía y la independencia a medida que se envejece, mediante la reversión de la fragilidad. La fragilidad es un síndrome geriátrico que se traduce en mayor dependencia y disminución de calidad de vida. Se caracteriza por una capacidad reducida de responder a estreses menores debido a un declive en las reservas funcionales, que afecta a aproximadamente el 33% de la población mayor de 80 años y que, si no se previene o se trata, aumenta el riesgo de discapacidad, hospitalización y muerte en el adulto mayor. Nuestro país se encuentra entre los cinco de la Unión Europea con mayor número de personas en riesgo de desarrollar fragilidad. Según las últimas proyecciones demográficas de Eurostat, para el año 2050 se espera que haya en la UE un 70% más de personas que superen la edad de 65 años. Actualmente el 30% de las personas de más de 70 años son dependientes, lo que supone una carga personal, humana, social y económica enorme. Una persona mayor dependiente implica un gasto desde el punto de vista sociosanitario de 14.000 euros al año, mientras que una persona mayor vigorosa reduce este gasto muy significativamente, aproximadamente a 650 euros al año.
La buena noticia es que la fragilidad es reversible. Actualmente se están estudiando los efectos de distintos tipos de intervenciones, fundamentalmente nutricionales y farmacológicas, en investigación básica. Y los citados grupos de investigación de INCLIVA están profundizando en el papel del ejercicio físico como intervención en el anciano frágil. La prescripción de ejercicio físico en el adulto mayor no es una tarea fácil, ya que se trata de una población muy heterogénea, pero esta heterogeneidad es la base del campo actual de la medicina personalizada o medicina de precisión, cuyo objetivo es adaptar las intervenciones y los tratamientos individualmente teniendo en cuenta, entre otros aspectos, el estilo de vida.
La proporción de personas ancianas está creciendo en casi todos los países. En el año 2050 unos 2.000 millones de personas en el mundo serán mayores de 60 años y unos 400 millones tendrán 80 o más años. Por tanto, los resultados obtenidos en estos estudios tienen una clara traslación no solo en el ámbito nacional, sino también en el europeo y mundial para mejorar no solo aspectos funcionales, sino también cognitivos, sociales e incluso emocionales.
El programa de ejercicio físico que se inicia con este proyecto de investigación estará compuesto por una combinación de ejercicios de resistencia, fuerza, coordinación, equilibrio y flexibilidad; y se personalizará con ayuda de las últimas tecnologías en este campo y siempre garantizando su aplicabilidad práctica en cualquier contexto sociosanitario. El reclutamiento se realizará inicialmente entre exjugadores del VCF de más de 70 años y con un estado funcional de fragilidad o prefragilidad.