El Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, entidad inscrita en la Asociación Valenciana de Fundaciones, pone una marcha una investigación para desarrollar nuevas aproximaciones terapéuticas como tratamiento para la miocardiopatía presente en la Ataxia de Friedreich (AF). El proyecto «Nuevas terapias en Ataxia de Friedreich» contribuye a mejorar las condiciones y la calidad de vida de quienes la padecen.
El proyecto tiene como investigador principal al Dr. Federico Pallardó, coordinador del Grupo de Investigación en Fisiopatología celular y orgánica del estrés oxidativo de INCLIVA, Jefe del Grupo del CIBER de Enfermedades Raras y Catedrático de Fisiología de la Universitat de València. Este proyecto se enmarca en la línea de investigación del grupo sobre enfermedades neuromusculares que dirige la Dra. Pilar González-Cabo, investigadora del CIBERER asociada a INCLIVA. En la investigación han intervenido, además, Noelia Benetó, Tamara Lapeña y Laura R. Rodríguez.
La Ataxia de Friedreich es una enfermedad hereditaria que causa daños progresivos en el sistema nervioso, provocando una descoordinación creciente en el movimiento. Los primeros síntomas suelen aparecer durante la preadolescencia y se van agravando con la edad. Normalmente, antes de los 20 años las personas que padecen la enfermedad quedan confinadas a una silla de ruedas.
El proyecto «Nuevas terapias en Ataxia de Friedreich»
El interés de este Grupo de Investigación en el campo de la AF es, por un lado, conocer con mayor profundidad los mecanismos subyacentes en la fisiopatología de la enfermedad y, por otro, desarrollar y aplicar tratamientos que resulten eficaces. Para lograr estos objetivos es fundamental contar con modelos de la enfermedad que reproduzcan el fenotipo (manifestación a nivel celular de los defectos genéticos) correctamente.
En relación a posibles aproximaciones terapéuticas y la relevancia de la regulación epigenética en AF, recientemente se está prestando especial atención a los microARN o miRNA. Se trata de pequeñas moléculas que tienen la capacidad de alterar la función génica y, en condiciones normales, constituyen una manera en la que el organismo regula sus funciones a nivel celular. El Grupo de Investigación en Fisiopatología celular y orgánica del estrés oxidativo de INCLIVA ha demostrado que algunos microARN participan en la regulación de los niveles de la proteína FXN y en el desarrollo de cardiomiopatía, la principal causa de muerte de pacientes con AF.
A partir de líneas de iPSCs (células troncales pluripotentes inducidas) derivadas de pacientes con Ataxia de Friedreich, se ha obtenido mediante diferenciación un modelo de cardiomiocitos. Esta novedosa metodología, que está cada vez más instaurada, consiste en aprovechar células obtenidas a partir de biopsias poco agresivas de muestras de pacientes para, artificialmente en el laboratorio, transformarlas en cardiomiocitos, las células del corazón que se ven afectadas en muchos pacientes con la progresión de esta enfermedad y causa de los mayores problemas a nivel clínico. Con el uso de este modelo de la enfermedad, se pretende estudiar la relevancia de distintos microARN anteriormente descritos en relación a la hipertrofia cardíaca presente en los pacientes de AF. La gran ventaja de estudiar el papel de los microARN es que no solo sirven como una forma de predecir la progresión de la enfermedad, sino también para desarrollar estrategias que permiten modular su función mediante aproximaciones farmacológicas, sentando la base de potenciales tratamientos.
El proyecto ‘Nuevas terapias en Ataxia de Friedreich, ha contado con una financiación del Ministerio de Sanidad de 93.170 euros (Proyectos Fondos de Investigaciones Sanitarias-FIS 2019).
Día Mundial de las Enfermedades Raras
El Día Mundial de las Enfermedades Raras se celebra el último día del mes de febrero (28 de febrero o 29 de febrero, en los años bisiestos) para llamar la atención sobre la necesidad de continuar avanzando en la investigación de estas patologías que, a pesar de que porcentualmente no afectan a muchas personas, causan un enorme daño sobre ellas que casi siempre es irreversible como consecuencia de que los diagnósticos suelen ser tardíos y los tratamientos, poco eficaces.
Las enfermedades raras son un conjunto heterogéneo, muy variado, de enfermedades cuyo único punto en común es la baja frecuencia con que aparecen. Según la normativa de la UE, una enfermedad se considera rara si su prevalencia (número de personas que padecen dicha condición en un momento determinado) es igual o menor a 5 afectados por cada 10.000 personas (o 1 de cada 2.000). Una gran mayoría (80%) son de base genética, por lo que se manifiestan a menudo en la infancia, y es habitual que afecten a muchos órganos y sistemas del organismo.
Los problemas derivados de su baja frecuencia afectan también a la investigación: al no disponer de abundantes muestras de pacientes, es más crucial que en otros ámbitos disponer de modelos celulares que permitan estudiar las propiedades de la enfermedad y buscar soluciones terapéuticas.