El proyecto de LEB Plata del Valencia Basket ya ha empezado a caminar. Después de que los jugadores pasaran las pertinentes pruebas médicas el lunes y el martes, el equipo ya ha comenzado el trabajo en pista con la mirada puesta en los primeros partidos de preparación de la temporada. El entrenador Xavi Albert analiza este nuevo reto tanto para jugadores como cuerpo técnico.
Albert aseguraba que este proyecto lo afronta “con muchas ganas de empezar a andar, de ver cómo vienen los chicos y de probar esta nueva aventura en una competición que no conocemos pero que todos afrontamos con muchísimas ganas”. Los objetivos para este estreno están claros: “La pretensión es la misma que los últimos años en Liga EBA, probando una competición más exigente, pero donde el objetivo sigue siendo el mismo: que los chicos mejoren, continúen desarrollándose y preparándose en un escalón competitivo superior”.
El grueso de la plantilla la forman jugadores formados en cantera y artífices del ascenso a LEB Plata. Ellos son Millán Jiménez, Guillem Ferrando, Alejandro Ortega, Alejandro Bellver, Freds Bagatskis, Diego Rivas, Rafa Vila y Juan Hierrezuelo. El entrenador explicaba que “es el objetivo del Club, dar cabida a los chicos que se han formado y que llevan tiempo en el Club, pero sobre todo que estén en el equipo porque se lo merecen. Y que continúen progresando, que el puesto se lo ganen como así ha sido, competitivamente en liga EBA con el ascenso del año pasado. Y que continúen desarrollándose en la nueva temporada en LEB Plata. Es un orgullo para el Club y para todas las categorías que chicos que llevan tantos años desarrollándose con nosotros tengan cabida en LEB Plata y ojalá que vaya nutriéndose de las siguientes generaciones”.
Respecto a las nuevas incorporaciones, Albert valoraba que “incorporamos jugadores de un perfil interior, con Gonzalo (Bressan) que lo pudimos ver aquí en la fase de ascenso con Granada. Creo que nos va a dar más juego en una posición en la que adolecíamos de cantidad de jugadores en los últimos años. Así como la vuelta de Alejandro Rivas y de Oskars (Hernández), que viene de Gandía, y que creo que nos van a dar más presencia, más centímetros, más kilos, más juego interior, en una competición en la que es necesario”.
La doceava ficha será para los juniors. Albert, que llega tras haber sido entrenador del equipo sub18 admitía que “va a ser un salto muy alto para los juniors, cuando tengan cabida de minutos en la rotación. Y ojalá la tengan. No deja de ser una competición muy exigente a nivel nacional. La idea es que los jugadores seniors estén preparados para ayudar a la mínima que tengan la posibilidad de hacerlo en el primer equipo ACB. Y lo mismo afrontando a los jugadores que están en el junior. Que se vayan preparando, que entrenen, que tengan minutos de calidad entrenando con el LEB Plata preparándose por si es necesario. Hay problemas de lesiones, la temporada es muy larga. Ojalá tengan la posibilidad y se ganen el poder tener hueco en el LEB Plata en competición también”.
Una apuesta por la cantera, que también se ha llevado a cabo en los primeros equipos, que el entrenador valoraba positivamente: “Para mí la política de reservar la ficha doce para un jugador de la casa es un orgullo. Llevo muchos años en el Club y ver esos huecos que se van ganando los chicos. Al final el jugador que tenga capacidad y hueco de poder entrenar, de poder jugar a través del esfuerzo de su día a día y de los años de trabajo que llevamos haciendo, y más desde la construcción de L’Alqueria, que vayan entrando en el primer equipo, ya sea en la ACB o en el LEB Plata. Ya no solo que sea filosofía de Club, sino que el trabajo de los últimos años se vea reforzado con el objetivo final de L’Alqueria del Basket, que es que estén preparados para ayudar en nuestros primeros equipos”.
Albert llega a la pretemporada tras disputar un exitoso FIBA Challenger con la selección sub18, así como Millán Jiménez y Guillem Ferrando participaron con la sub19 en el Mundial. “Estas experiencias con la selección española nos hacen mejores a todos. Entrenadores, jugadores, preparadores físicos, fisios… todos los que van. Después del año pasado en el que no pudimos competir, donde esa falta de minutos de chicos que necesitan de este tipo de experiencias para continuar avanzando en su trayectoria como jugadores. En el caso de Millán Jiménez y Guillem Ferrando son los únicos que han podido disputar una competición oficial, de las clásicas. Pudiendo encima competir en un Mundial y al gran nivel que jugaron, que debe ser un orgullo y un espejo para todos los chicos y chicas que vienen por debajo. En mi caso fue una concentración un poco diferente, que menos mal que han salido adelante como es el caso de los Challengers, que vienen a cubrir el hueco de los europeos y no tener otro verano en blanco sumado al pasado y que hacen que los jugadores tengan otras ventanas en las que poder desarrollar, donde poder competir, donde poder jugar. No haberlo jugado como el verano pasado nos genera un vacío de experiencias en los jugadores. Esperemos que el año que viene tiren para delante de nuevo y vuelva la normalidad competitiva. Pero a falta de ella ha sido un placer y un gusto participar en el Challenger”.